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Por el respeto y la visualización de las mujeres lesbianas, ¡abajo el heteropatriarcado!

Las violaciones correctivas a mujeres lesbianas y la discriminación por orientación sexual son comunes en países como México y España

El 26 de abril se celebra el Día Internacional de la Visibilidad Lésbica, una fecha que merece ser reivindicada por la invisibilidad que todavía hoy sufre este colectivo de mujeres como resultado del sistema heteropatriarcal dominante.


Según el estudio elaborado por la Red Profesional de Lesbianas LesWorking y la profesora y activista LGTBI Kika Fumero, “el 63% de las lesbianas españolas reconocen que manifestar su orientación sexual ha tenido un impacto negativo en sus vidas”. En México, 35 mujeres son violadas al día, y muchas de ellas son violaciones correctivas ejercidas sobre mujeres lesbianas


Las luchas llevadas a cabo durante décadas por los distintos colectivos LGTBI han logrado una mayor visualización y aceptación de estos en la sociedad; sin embargo, resulta un error homogeneizar las experiencias gays y lesbianas, ya que estas mujeres continúan sufriendo una doble discriminación: por su condición de mujer y por su condición de lesbiana. Pese a los avances dados en materia legal, también en Euskadi la sociedad y sus diversas instancias socializadoras siguen teniendo grandes retos de cara a lograr la igualdad real con independencia de la opción sexual.


Invisibilizar a un colectivo es una forma más de violencia que ataca directamente en este caso a la identidad y dignidad de las mujeres y lesbianas; limitan sus derechos a la libertad de expresión de sus cuerpos, a la par que son destinatarias de fuertes prejuicios sociales proyectados directamente contra su condición.


La normatividad heteropatriarcal es aun hoy el sistema imperante en las distintas sociedades del mundo. Para erradicarla desde Solidaridad Internacional hacemos un llamamiento a las reivindicaciones, en lucha y solidaridad junto a las mujeres que más sufren este sistema de exclusión y violencia producto del heteropatriarcado.
 

La normatividad heteropatriarcal es aun hoy el sistema imperante en las distintas sociedades del mundo. Para erradicarla desde Solidaridad Internacional hacemos un llamamiento a las reivindicaciones, en lucha y solidaridad junto a las mujeres que más sufren este sistema de exclusión y violencia producto del heteropatriarcado, en el marco de la Campaña "Ciudadanía en Movimiento por los Derechos Humanos y la igualdad de género"

Escuela para la Libertad de las Mujeres: construyendo autonomía, contra la dominación y a favor de la libertad de las mujeres en el Estado de Oaxaca 


La Escuela para la Libertad de las Mujeres, un proyecto para la autonomía de las mujeres y la prevención de la violencia feminicida, está ubicada en la Ciudad de Oaxaca, funciona desde el 2015 y ha formado a cerca de 300 mujeres.


Siendo México uno de los países donde la guerra en contra de las mujeres se expresa de manera terrorífica, lejos de que el Estado patriarcal haga algo por detener, investigar o resolver los niveles de violencia en contra de las mujeres y los sectores más vulnerables, la impunidad expresa que el Estado como parte del crimen organizado, ha encontrado en el cuerpo sexuado de las mujeres el instrumento que dinamiza la industria bélica.  Existen más de 9mil mujeres desaparecidas, tan sólo en enero de 2019 más de 300 mujeres fueron asesinadas en el país, lo que configura una estadística de 10 mujeres asesinadas diariamente. Dichas cifras también apuntan que los feminicidios aumentaron 104% en los últimos tres años,  35 mujeres son violadas al día –muchas de éstas como violaciones correctivas–;  hay más de medio millón de víctimas de trata de personas –el 93% son mujeres, el 45% niñas indígenas y 26% menores de edad .

Frente a dicha alarmante realidad, la propuesta metodológica de la “Escuelita”, es una contrainsurgencia a la estrategia de la guerra contra las mujeres en México porque dirige sus esfuerzos a formar mujeres fortalecidas con dispositivos teóricos, técnicos, manuales y artísticos para hacer frente a las estrategias patriarcales del amor romántico que envuelve, secuestra y violenta a las mujeres u otras estrategias de dominación.


La Escuelita está dirigida a las mujeres en general, aunque su propuesta pedagógica parte desde aportes del lesbianismo feminista, no pretendemos lesbianizar a las usuarias, queremos sensibilizarlas y hacer conciencia que el lesbianismo es un aporte histórico a la humanidad que ayuda a entender la existencia de un sistema patriarcal que nos oprime y que para cambiarlo, necesitamos generar otras formas de relacionarnos desde las emociones, lo cotidiano, lo social y lo político, así que lograr aliadas que entiendan que ser lesbiana no es sólo una opción sexual, sino fundamentalmente política, las lleva a sentirse y algunas veces asumirse lesbianas políticas.


Desde el análisis de la colonización como instrumento de dominación en continuum hasta nuestros días, que impuso la heterosexualidad obligatoria -y en consecuencia la engenerización-; como una relación natural y complementaria entre hombres y mujeres y que organiza lo social en familias jerárquicas, desde donde el trabajo de las mujeres es apropiado gratuitamente por hombres y el sistema capitalista, el módulo de “FORMACIÓN LÉSBICA FEMINISTA”, profundiza en las diversas formas de violencia que esta relación ha generado y se ha instalado en el cuerpo territorio de cada una de las participantes.


Un Segundo Módulo de “AUTOCONCIENCIA”, desde pequeños grupos de reflexión analizamos cada una de las experiencias de vida producto de las relaciones jerárquicas analizadas el día anterior en el módulo teórico. La subjetividad puesta a expresión colectiva se politiza porque cada emoción, dolor, angustia, tristeza, frustración, deja de ser un designio individual de la mala suerte. Lo colectivo toma lugar como propuesta de respaldo para la sanación, es así que el espacio específico de mujeres, se convierte en lugar seguro para hablar, sentir, resignificar y ensayar el amor colectivo de las mujeres que el patriarcado nos dejó en deuda y que se convierte en fuerza transformadora.


Para defendernos, prevenir, fortalecernos y reafirmarnos, los talleres de “AUTODEFENSA” como tercer módulo, nos preparan para la defensa ante cualquier posible ataque violento en casa, en la calle o en lo social, desprincesamos las imágenes de mujer que nos inutilizaron y usamos nuestras cuerpas para la defensa y el ataque en necesidad. Los diversos testimonios han dado cuenta que esta preparación ha sido de utilidad no únicamente en el ejercicio práctico de la autodefensa, sino en la resignificación psicológica de sentirse preparada con una respuesta ante la violencia.


El cuarto módulo ofrece herramientas teórico-prácticas y manuales para las “REPARACIONES BASICAS DEL HOGAR” en las averías comunes de electricidad, gas, plomería y carpintería, nos preparamos para que el culto secreto de los hombres deje de ser un impedimento en el uso de herramientas y el no puedo se resignifique en la práctica cotidiana en autonomía de las mujeres.


Desde el “ARTE DE LA DESOBEDIENCIA”, (en el quinto módulo) mediante el rap, la poesía, la radio, fotografía, teatro, performance, cabaret, grafitis y otras expresiones, la acción artística colectiva toma lugar en lo social y lo político, así el artivismo feminista es una potente herramienta para hacer ruido en las mentes dormidas a través de diversas disciplinas artísticas, cuyo objeto es combatir la injusticia social, donde las mujeres son emisoras, receptoras y mensaje al mismo tiempo. 


La Escuelita es una propuesta formativa escolarizada de tres meses y medio, viernes por la tarde y sábados por la mañana. Hasta 2018 funcionábamos en un espacio prestado de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, a partir de esa fecha pudimos rentar un espacio, al que hemos denominado, Casa Libertad, un espacio que ha dinamizado la movilidad feminista de Oaxaca, diariamente hay múltiples actividades artísticas, medio ambientales y políticas. La Escuelita ha posibilitado la generación de múltiples proyectos autónomos como la “Peque-escuela” una escuelita de formación feminista para niñxs, el taller de teatro feminista para niñxs, un grupo de lectura feminista, entre otros.


Desde que tenemos un local, también se ofrecen cursos y talleres no escolarizados y escolarizados como el de uso de herramientas, al tiempo que hemos realizado convenios con otras instituciones para ofrecer cursos de agricultura orgánica para mujeres.


Hacemos de nuestra cotidianeidad una práctica política feminista y ambientalista, de tal manera que en nuestro local habilitamos cuatro baños secos composteros urbanos, para el uso cotidiano de las usuarias.