“Israel somete a los palestinos a prisiones administrativas sin respetar sus derechos más básicos”.

El secretario del Colegio de la Abogacía de Álava, Iñigo Eguiluz, visita los proyectos de cooperación de la ONGD Nazioarteko Elkartasuna/Solidaridad Internacional (NE/SI) en apoyo a las personas palestinas detenidas de manera irregular por las fuerzas de ocupación israelíes en la región.

Erreportaia

“Regreso con una gran tristeza e impotencia”. Así resume el abogado alavés y secretario del Colegio de la Abogacía de Álava, Iñigo Eguiluz, el viaje realizado en 2019 a Cisjordania para conocer de primera mano los trabajos por la defensa de los derechos humanos de la población palestina de la ONGD NE/SI en los territorios ocupados por Israel desde el año 1967 y en especial por los derechos de las personas retenidas de manera irregular por parte de las fuerzas de ocupación israelíes. 

“Tristeza, por la manera cada vez más cruel de tratar a la población palestina con la aplicación de sentencias militares que vulneran toda normativa internacional; e impotencia, al ver que realizan todas estas violaciones de manera explícita y sin esconderse. Con tribunales militares donde los abogados de los acusados tan sólo pueden realizar un servicio de acompañamiento, al no acceder a ningún tipo de información en torno a los cargos, sentencias y acusaciones”, explica Eguiluz quien compartió con todos los abogados alaveses su experiencia con el objetivo de fortalecer los lazos de colaboración entre los letrados alaveses y las organizaciones de abogados palestinos.

Detenciones indiscriminadas 


 

Para Eguiluz lo más obsceno de esta vulneración de derechos humanos es la manera en que se realiza: “Nos facilitaron la entrada a la única cárcel israelí en territorio ocupado, la prisión de Ofer. A pesar de nuestra condición de observadores internacionales, los tribunales continúan su actividad en barracones de obra, donde todas las personas que administraban la justicia eran militares sin respetar ningún derecho de la población palestina. No existe una separación de poderes sino leyes previstas para un contexto excepcional de guerra utilizadas de manera ordinaria durante las últimas décadas contra miles de palestinos indefensos”. 

Durante esa visita, Eguiluz accedió a los tribunales tras superar estrictos controles de seguridad en compañía de un traductor y un abogado de la organización Addameer, ONG en apoyo a la población palestina en prisiones israelíes y colaboradora habitual de NE/SI.

Los tribunales dictan prisiones administrativas por las que privan de libertad a las personas palestinas durante seis meses con la opción de renovarlas durante otros seis meses las veces que consideren necesaria. “Hasta los propios abogados detenidos nunca llegan a conocer el contenido de sus acusaciones. Allí todo el mundo ha pasado por la cárcel sobre todo los varones entre 16 y 40 años. Es terrible”. 

Una situación que denuncia Eguiliz causa duros traumas en la población, así como la paralización de estudios en los universitarios o el acceso a la educación más básico en los menores de edad. “Es una manera de aplicar la justicia propia de una guerra, tan sólo prevista para situaciones excepcionales, nunca debería aplicarse con esta normalidad y ensañamiento, y mucho menos de una maneta tan mantenida en el tiempo”.

En la actualidad, existen más de 6.000 presos políticos palestinos en cárceles israelíes, de los cuales más de 350 son menores de edad. A lo largo de un año, son más de 1.500 los menores detenidos tanto en Gaza como en el resto del territorio ocupado de Cisjordania. Incluso las leyes se han endurecido contra los menores, pudiendo ir ya a la cárcel aquellos que sean acusados de “delitos graves” y cuenten ya con edades superiores a los 12 años. Del total, también hay 70 mujeres detenidas en prisiones israelíes, según documenta Addameer.

En prisión: sin conocer los cargos, sin derecho a defensa y de forma ilimitada


A Eguiluz no sólo le preocupa las formas de administrar esta justicia sino también las condiciones en las que se cumple después esas condenas: “Sin la posibilidad de contacto físico con sus familiares, con un régimen de visita muy estricto, sin acceso a la educación, ni a la sanidad y con la posibilidad que les amplíen la condena en cualquier momento y desde cualquier prisión”. 

En el caso de los menores, estas restricciones impiden la continuidad de sus cursos escolares y, en el caso de las mujeres, la asistencia sanitaria más básica. 

Según la organización israelí de DDHH B’Tselem, entre 2001 y 2011, 700 denuncias de tortura y malos tratos hacia presos palestinos fueron recibidas por el Fiscal General de Israel. Hasta la fecha no se ha iniciado ninguna investigación para aclarar las responsabilidades, así como la atención a las peticiones más básicas de las organizaciones internacionales para mejorar el trato de las personas palestinas detenidas.

La posible llegada de la pena de muerte


Esta situación, lejos de resolverse amenaza con empeorar al estudiar Israel de qué manera aprobar la pena de muerte y permitir que sean los propios tribunales militares quien la administre. 

A este nuevo contexto de recrudecimiento, se suma el aumento de detenciones entre población palestina de Jerusalén Este (en diciembre de 2017 fueron arrestadas 500 personas; 70 de ellas, menores) y la persecución de defensores y defensoras de DDHH, así como de las asociaciones de DDHH, según denuncian las entidades colaboradoras de NE/SI.

                    


Nuevos lazos globales de solidaridad


Estos últimos años se han celebrado dos aniversarios fundamentales para la población palestina, fundamentalmente para la población presa palestina y sus familias: los 70 años de la Declaración Universal de Derechos Humanos y los 20 de la Declaración sobre los Defensores de los Derechos Humanos. En este contexto que se ha descrito resulta crucial hacer llegar el contenido de estas declaraciones, en todas las partes del mundo, a todas las sociedades y grupos de población. Y en eso trabaja NE/SI y de ahí la importancia del viaje de Eguiluz como secretario del Colegio de la Abogacía de Álava por los territorios ocupados. 


Tal vez,  así se entienda que en los sentimientos de tristeza e impotencia del letrado alavés también haya espacio para la satisfacción y responsabilidad personal al poder acercar a sus colegas la realidad que sufre esta población. Y así tejer nuevos lazos de lucha, como los que de manera global se están tejiendo contra esta pandemia invisible, y tal vez así acabar con la violación sistemática de Israel contra los derechos más básicos de la población palestina de Gaza y el resto de territorios ocupados de Palestina.  

Giza eskubideak, borrokan

Derecho a no ser sometido a detención o prisión arbitraria, artículo 9, del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.

Derecho a ser oído públicamente, en condiciones de plena igualdad y con justicia ante un tribunal independiente e imparcial, artículo 10, de la Declaración Universal de los Derechos Humanos

Derecho a no ser sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, artículo 7, del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.