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Mujeres de Senegal
Kemeltou Tambadou

“La ley senegalesa contempla y confirma la igualdad de acceso de hombres y mujeres a la tierra, así como que todo el mundo tiene derecho a acceder a la propiedad de la tierra. Es un derecho constitucional.

Pero vivimos en una sociedad patriarcal. Donde se dice que la mujer no tiene acceso a la tierra, que es el hombre el que tiene acceso a la tierra.

Por eso estamos luchando, para que la mujer pueda tener acceso a la tierra, de la misma manera que lo tiene su hermano, su esposo, su sobrino o su tío. La mujer no necesita que su esposo, su padre, tengan que avalar su acceso a la tierra.”

De acuerdo con la investigación el “Impacto del Cambio Climático sobre la equidad de género en el Departamento de Kébémer, Senegal”, aunque las mujeres ocupan un lugar esencial en el sistema de producción agrícola, su acceso a la tierra sigue siendo marginal - menos del 9% en el departamento de Kébémer en Senegal. Esta cuestión incide de forma muy negativa a diversos niveles y en relación al empoderamiento de las mujeres.

El derecho de sucesiones discrimina a las mujeres en relación a la herencia y por tanto al derecho a la propiedad de las tierras de cultivo. Los hombres son los titulares de las mejores parcelas y tienen (a diferencia de la gran mayoría de las mujeres) acceso a algunos instrumentos de financiación. Los créditos que se conceden a mujeres suelen ser de sumas muy modestas. La falta de disponibilidad de garantías, así como la inseguridad añadida por el riesgo climático limitan aún más su acceso.

La aceleración de los efectos del cambio climático en algunas regiones de Senegal ha favorecido la aparición de nuevos enfoques productivos. Uno de ellos, la agro-ecología, se centra en aprovechar al máximo el potencial de los ecosistemas, a través de la recuperación de antiguas prácticas agrícolas menos dependientes del exterior y la fertilización natural de los suelos.

La noción de agro-ecología es un enfoque que combina la ciencia, los movimientos sociales y la valorización de las prácticas campesinas. No es, por tanto, sólo técnico, sino también social, de ahí la importancia de las reformas (acceso a la tierra, por ejemplo) y el papel de las autoridades locales en la gestión de los recursos naturales.

En esa línea, FADEC y NESI desarrollan desde hace años acciones de incidencia para el acceso a tierras y a recursos productivos por parte de las mujeres. El acceso a los activos, y particularmente a la tierra, y especialmente a tierras de cultivo de buena calidad permite a las mujeres realizar inversiones a más largo plazo y, potencialmente, aumentar su capacidad de decisión en el seno de la familia. Una mayor influencia femenina en las decisiones de producción para el consumo doméstico podría favorecer una producción de cultivos más diversificada y una mejor nutrición dentro del hogar.